Duérmete tesoro mío,
no tengas miedo de na,
no tengas miedo de na,
mi pecho combate el frío,
con tus manitas helás.
Calla que tras la colina
está la muerte acechando,
viene cargada de espinas,
cruces, fatigas y clavos.
Nana, para unos ojos morenos.
Nana, para mi estrella y mi cielo.
Nana, pa' un ángel recién nacío.
Nana, que se me ha quedao dormío.
Cuando ríes se iluminan
las ventanas de mi ser.
Qué hermoso es dar luz divina
y qué delirio querer.
Yo estaré siempre a tu vera:
sueña, libre pastorcillo,
a la ea, ea, ea...,
qué penita de niño.
Nana para un Rey - Pasión Vega